Hola.  Para los que acaban de llegar a este blog y no me conocen, les cuento que llevo varios años viajando, algunos dicen que no paro. Ahora, después de un año quietica en Tailandia, inicia un nuevo viaje, y se siente como un nuevo comienzo, con toda la emoción y energía que eso implica. Me despido de Tailandia, una vez más, agradecida por haberme acogido de nuevo.  Estoy muy feliz porque voy a conocer nuevos lugares y a descubrir, una vez más, otros que ya conozco.

Una vez más, mi vida queda reducida a una maleta.  Cuando se vive en un sitio se empiezan a acumular cosas que uno cree que son necesarias, y cuando estoy empacando para irme como ahora, es que me doy cuenta la cantidad de cosas que no eran tan necesarias y que hubiese podido vivir sin ellas.  Y aunque uno cree que aprende, luego vuelve a pasar 😊. La última vez que tuve este proceso de montar casita y meses después desmontarla, fue en Marrakesh en el 2022.  Y ahora, hago lo mismo desde Bangkok  (proceso que se ha repetido aquí muchas veces), y en algún punto lo hice en Hanoi, en Nueva York, en Guadalajara, y obvio, varias veces en Colombia. Y aunque puede ser un momento engorroso, molesto, lo recibo contenta, porque implica cierres (y con ellos limpiezas, dejar lo que no es necesario), desprendimientos y nuevos comienzos: arrancar casi con un lienzo en blanco.  En esta ocasión tengo claro a dónde quiero llegar, qué quiero estar haciendo, aunque sin tener una ruta geográfica fija o sin saber en dónde terminaré. Estoy retomando, con más fuerza que antes, Keep Wandering Travel (pueden leer más detalles aquí), y haciendo honor al nombre de mi empresa, continuaré Wanderiando un poco más, y, mientras lo hago, seguiré organizando viajes para todos aquellos que requieran de mis servicios.

Esta vez inicio mi viaje por Estambul, acompañando a una familia que contrató mis servicios para descubrir conmigo esta fascinante ciudad que se ha vuelto tan familiar para mí.  Luego continuaré por tierra hasta Alemania, pasando rápidamente por Bulgaria (Plovdiv y Sofía), Serbia (Belgrado), Croacia (Zagreb), Eslovenia (Ljubljania). Aunque estas visitas serán más cortas de lo que usualmente me gusta, será una probadita de estos lugares para volver después. Luego pasaré unos días en Múnich, continuaré a Austria (Bregenz), luego a Suiza (Ginebra).  Saldré de Europa por Italia (Milán), vía Lisboa (con parada, por supuesto), con destino Estados Unidos (Miami), en donde estaré unos días, antes de llegar a Colombia en Noviembre.  ¿Cansados? Yo no, emocionada :-D.

Volviendo al tema de la maleta, en los últimos 6 años, más o menos, he estado viviendo en una maleta en repetidas ocasiones, así que se ha convertido casi en costumbre empacar de nuevo. Trato al máximo de viajar con 20 kilos, así que es importante la forma cómo empaco y lo que empaco cada vez que emprendo viaje. Siempre debo sacar algunas cosas, preguntarme si lo necesito o no, porque cada gramo suma.  También he aprendido, con el tiempo, que hay cosas que llevaba en mi equipaje, que nunca usé, que no las necesito, así que esas cosas en el siguiente viaje no van conmigo o a veces se quedan en el camino. Otras cosas van cumpliendo su ciclo, me fueron útiles por un periodo, pero ya es tiempo de sacarlas, dejarlas y hacer espacio para cosas nuevas que voy necesitando.

¿Y cómo empaco mi vida en una maleta?

Fácil 😊.

  1. Me mentalizo que no lo puedo llevar todo, ni siquiera la mitad de lo que pensaría y decido qué llevo y qué no.
  2. Luego veo en qué clima o estaciones voy a pasar los próximos meses y así puedo ver qué tipo de ropa debo llevar. En mi caso, voy para final de verano e inicios de Otoño en Europa, es decir, ropa tipo Bogotá, lo que me sienta muy bien, porque en Noviembre estaré allá.  Y como estoy en Tailandia y aquí es verano todo el tiempo, selecciono algunas prendas limitadas, para cuando esté en lugares más cálidos.
  3. Clasifico: Por clima y tipo de ropa. A mi me gustan los cubos de empacar y los uso desde hace años, así cuando llegas a un lugar, sólo tomas uno o dos cubos y no tienes que desempacar toda la maleta. Así también tu maleta permanece organizada.
  4. Empaco: Prefiero los cubos y gran parte en rollitos. Que sea fácil ver qué hay en cada cubo.
  5. Reviso: Seguramente, tendrás de seleccionar de nuevo y dejar más cosas de las que pensabas llevar, preguntarte: ¿Esto de verdad lo necesito?
  6. Tratar de dejar un poco menos de lo que es el límite de equipaje.

TOTAL: 20 kilos –  Algunas aerolíneas aceptan 20kg y otras 23 kg

Pueden encontrar un video del proceso aquí, en mi cuenta de Instagram.

¿Qué llevo en el equipaje de mano?

Ya vendrá la explicación 🙂