Durante las últimas dos semanas hemos visto cómo empiezan a aparecer más y más soluciones, medidas, herramientas, que nos llevan a enfrentar esta “situación excepcional” en un futuro cercano.  Ya, la mayoría de nosotros, pasamos la etapa de negación y aceptación, empezamos a enfrentarla y a buscar la forma más adecuada para seguir, bajo los escenarios que podemos imaginar o que los expertos nos presentan.

Algunas empresas han visto las ventajas que el Teletrabajo ha traído a sus organizaciones y han decidido adoptarlo por ahora, si no totalmente, por lo menos parcialmente, no sólo porque resulta una opción más segura para ellos y para sus empleados, sino porque prefieren esa opción a empezar a invertir en la bioseguridad que sus establecimientos requieren. Para muchos no sólo se trata de establecer más medidas sanitarias, sino implica contratar más personal para mantener dichas medidas y en ocasiones comprar más equipos de uso personalizado.  En este momento creo que cada empresa va a elegir el modelo necesario de trabajo de acuerdo a sus necesidades y no siguiendo una tendencia o los paradigmas que se tenían (por ejemplo, la gente no es productiva cuando no está en la oficina, cuando no se está vigilando).

Pasando a mi sector adorado, ya estamos viendo cómo los diferentes actores de la industria están empezando a crear diversos estándares de bioseguridad que se van a exigir para poder reiniciar operaciones y abrir al público.  Los hoteles tendrán protocolos específicos que deben seguir, también los restaurantes y cada uno de los prestadores de servicios turísticos.  Los protocolos serán obligatorios, pero los sellos o certificaciones serán voluntarios, aunque muy recomendados o esenciales según indican las entidades que los han creado (COTELCO, Viceministerio de Turismo, Acodres).  Ya ha empezado una amplia capacitación por parte de dichas entidades y diversos gremios del sector –ANATO, Cámara Colombiana de Turismo, Viceministerio de Turismo-, acerca de los protocolos (aunque aún están en proceso de aprobación por parte de las mismas entidades y/o del Ministerio de Salud) y de diferentes temas que contribuyen a la seguridad.  Aunque los empresarios han insistido en saber una fecha de apertura, porque “la incertidumbre los está matando” (hay algo más por ahí que sí está matando, la incertidumbre no es algo cómodo, pero creo este momento nos está enseñando a aceptarla y vivir con ésta, por un tiempo)  y “necesitan saber una fecha para prepararse” (ya deberían estarlo haciendo, con o sin fecha), el Viceministro de Turismo, Julián Guerrero, se ha mantenido firme en no establecerla, justificando que va a depender en la evolución del virus (porque si no han visto, la curva sigue en aumento.  ¡Bravo, Viceministro!).  Y aclaro, por experiencia propia sé lo mucho que está afectando la economía y cada una de las empresas y personas que vivimos del turismo, pero no sacamos nada abriendo antes de tiempo, porque muchas personas no se sentirán seguras para viajar o, aún peor, podemos contribuir al contagio.  Es un momento de dejar de pensar sólo en nosotros y en nuestro círculo inmediato, para pensar un poco más en el bien común.  Los invito a ver uno de los paneles más interesantes que he visto en las últimas dos semanas: Reimaginando el Turismo , organizado por el Viceministerio.

Como podemos ver, cada país va abriendo poco a poco y a su propio ritmo:  Muchos han podido dar fechas de cuándo iniciarán los vuelos domésticos e internacionales; han abierto diferentes sectores gradualmente y unos pocos ya están operando “normalmente” con medidas adicionales.  Algunos están en posibilidades de hacerlo, otros son más conservadores y estrictos acerca de cuándo y cómo lo harán. Y aquí es donde empezamos a criticar (porque eso nos encanta) de quién lo está haciendo bien, quién lo hace mal, quién es estúpido (bruto, tonto, idiota y tantos otros adjetivos con los que nos referimos al otro) sin analizar y entender las circunstancias de cada uno y porqué actúan como lo hacen.  Y aunque en este momento me refiero a los países, lo mismo escucho acerca de las diferentes empresas y entidades que están luchando en estos momentos (malo si sí, malo si no…. Sigamos criticando, que eso es super útil).

Afortunadamente también hay muchos en Mesas de Trabajo, Paneles y grupos creados a raíz de esta situación, generando ideas, soluciones y aportando permanentemente, para que de todo esto resulte algo muy bueno (y tal vez mejor, quién quita, de lo que teníamos).  Hemos visto cómo han surgido ideas creativas de adaptación de empresas y productos que, con seguridad, irán evolucionando en el tiempo. Uno de los que más me ha gustado lo presentó Tourism Leaders Lobby (TLL) y se refiere a Nuevos Modelos Gastronómicos y como estos hay montones de ejemplos.  Y que nuestra creatividad siga en aumento (a mí aún no se me prende el bombillo, pero estoy disfrutando al ver la lluvia de luces de otros).

¿Y cuál ha sido la “reinvención” favorita que has visto hasta el momento?

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